Salsa de Tomate CASERA, fácil y para CONSERVAR: sigue el PASO a PASO

Salsa de Tomate Casera

La salsa de tomate casera es fundamental en la cocina, conocida por su sabor auténtico. Preparar tu propia salsa de tomate te permite controlar los ingredientes y ajustar el nivel de sazón de acuerdo con tus preferencias personales.

Utilizada como base en innumerables platillos, desde pastas hasta pizzas y guisos, esta salsa añade un toque fresco y reconfortante a tus creaciones culinarias.

La salsa de tomate tiene sus orígenes en las culturas mesoamericanas, mucho antes de que se conociera en Europa. Los tomates, que son nativos de América Central y del Sur, fueron cultivados y consumidos por las civilizaciones precolombinas como los aztecas y los incas. Sin embargo, a diferencia de la salsa de tomate que conocemos hoy en día, estas civilizaciones no preparaban la salsa de la misma manera que se hace en la actualidad.

El primer registro histórico de una salsa de tomate se encuentra en la Italia del siglo XVI, después de que los tomates fueran llevados a Europa desde América tras el descubrimiento de América por Cristóbal Colón. Los tomates inicialmente se consideraron venenosos en Europa debido a su relación con otras plantas tóxicas de la familia de las solanáceas. Sin embargo, con el tiempo, los tomates comenzaron a ser aceptados como alimentos y se incorporaron a la cocina italiana.

La receta más antigua conocida de salsa de tomate se encuentra en el libro de cocina "L'Opera dell'arte del cucinare" escrito por el chef italiano Francesco Leonardi en 1790.

Esta receta era bastante simple y no se asemejaba a las salsas de tomate que conocemos hoy en día.

Esta receta, te muestro el proceso para preparar una deliciosa salsa de tomate casera, muy sencilla y que puedes conservar hasta por 1 año en tu despensa.

Descarga la receta

Salsa de Tomate CASERA

Ingredientes:

• Tomates 1 kg.

• Pimiento italiano 1 U.

• Ajo 2 dientes

• Sal c/n

• Azúcar una pizca

• Aceite de oliva 4 Cdas.

Preparación:

• Picar el pimiento y el ajo muy fino. Reservar.

• Picar el tomate en trozos pequeños. Reservar.

• En una olla colocar 2 cucharadas de aceite y calentar.

• Agregar el pimiento italiano finamente picado y pochar.

• Incorporar el ajo, remover cuidando que no se queme.

• Agregar los tomates, el resto del aceite, remover y cocinar.

• Remover intermitentemente para que los tomates suelten toda la pulpa.

• Cuando aún no ha terminado, pasar a una puretera y/o licuadora y triturar. Así quedará finamente hecha la salsa

• Colocar en la olla y seguir cocinando hasta que ha espesado.

• Al terminar retirar del fuego, sazonar con sal al gusto y una pizca de azúcar.

• Remover para que la sal y el azúcar se integren a la salsa.

• Envasar en frascos de vidrio previamente esterilizados, colocándolos en una olla amplia con abundante agua.

• Hervir durante 20 minutos.

• Retirarlos, secar con papel de cocina y envasar inmediatamente con los frascos y la salsa calientes.

• Colocarlos en una olla preparada para cocinar al baño María bien cerrados y cubrirlos con agua hirviendo.

• Cocinar por 20 minutos, retirarlos y dejar enfriar completamente antes de guardarlos en la despensa.

• Con esta forma de envasado se puede guardar durante 1 año.

Tips:

• Se puede pelar los tomates y quitar las semillas para una salsa más suave.

• Envasar siempre con los frascos muy calientes, recién sacados de esterilizar y la salsa de tomate caliente. Esto evita cambios bruscos de temperatura, se altere la salsa o rompa el frasco.

• Es recomendable etiquetar los frascos con su nombre y fecha de envasado.

¡Te invito a que compartas tu experiencia en la preparación de esta receta!

¡Hasta la próxima!